por Roger Salvans.
Pues ya las tenemos aquí: las nominaciones a los Globos de Oro, y con ellas, la confirmación de que, un año más, estamos metidos de lleno en temporada de premios. La verdad es que hay tantos que uno acaba por perder la cuenta y corre el riesgo de que los árboles no nos dejen ver el bosque. ¿Una cinta es favorita porque gana premios o son los premios los que convierten a una película en favorita? Entre los círculos de la crítica USA, los de los distintos gremios profesionales, academias nacionales, indies y lo que se tercie debo reconocer que llego a febrero absolutamente empachado.
Pero a estas alturas, cuando acaban de sacar los aperitivos, aún me pillan con hambre y con ganas de buscarle los tres pies al gato. Y esta es la razón de este post: unas reflexiones a vuelapluma sobre los Globos de Oro: detalles, deseos y realidades de los premios de la HFPA.
1.- Y aquí va la primera: son unos premios votados por un grupo de periodistas, corresponsales que trabajan en Hollywood y pertenecen a una asociación de reputación más que dudosa. Que si vendidos, interesados, sin ningún tipo de coartada artística o profesional. Una mera excusa para rodearse de estrellas, sentarse con ellos alrededor de una mesa, beber champán y acumular material para poder contar anécdotas e historias. Nada de antesala de los Oscar. Su mayor interés es la densidad de celebrities. ¿Que queremos que Angelina Jolie regrese a la gala? Pues se nomina su debut como directora –polémico, acusado de plagio pero premiado con el Stanley Kramer Award- a Mejor Película de Habla No Inglesa. ¿Qué hay que hacer para que Madonna asista? ¿Nominar W.E.? Pues dos candidaturas, banda sonora y canción. Ese criterio es el que lleva a que este año haya seis finalistas a Mejor Película Dramática en lugar de las cinco habituales. ¿La razón? Poder incluir War Horse (Caballo de batalla) e invitar a Steven Spielberg. No hay otra. Ya lo hicieron en 2007, cuando nominaron 7 cintas… O el año pasado, con el carrussel de nominaciones sin justificación alguna a The Tourist.
2.- La división entre películas dramáticas y comedias o musicales es, como poco, de difícil justificación. ¿Qué hace My Week With Marylin nominada como comedia? En la película de Michelle Williams hay poca comedia y menos música… Y si en Drama hay seis finalistas, ¿Por qué no se hace de la excepción regla y se nomina también una sexta cinta? The Muppets está llena de chistes hilarantes y números musicales fantásticos. No ha recibido ni una candidatura. ¿Por qué? Pues porque no tiene a Elton John en la banda sonora (que sí está nominado por Gnomeo & Julieta).
3.- Esa esquizofrenia da pie a la gran baza de la gala: Ricky Gervais volverá a ejercer de maestro de ceremonias. Tener a un presentador que no duda en ridiculizar a las estrellas asistentes que tanto ha costado reunir es algo genial. Más si gente como Johnny Depp o Mel Gibson entran en el juego… Gervais tiene a un ejército de detractores. No me cuento entre ellos.
4.- Y si el presentador es de lengua fácil, la favorita es muda: The Artist, con sus seis nominaciones, es la rival a batir. De hecho, si no estalla pronto un fenómeno muy dado en este tipo de escenarios (el backlash: ir en contra de la gran favorita precisamente por serlo), puede convertirse en la primera película muda en copar la temporada de premios. Y votada por gente que en su vida ha visto cine silente.
5.- Pero la gran tapada puede ser Criadas y Señoras. Es en color, hablada y con un tema mucho más cercano. Y es americana… Y poblada de actrices, como otra de las cintas que puede dar el golpe: La boda de mi mejor amiga. Si queréis hacer saltar la banca, apostad por ellas.
6.- George Clooney y Ryan Gosling son dos de los protagonistas claros de la velada… pero tienen todos los números para salir como los grandes derrotados. Clooney acumula cuatro candidaturas (Mejor Actor por Los Descendientes y Mejor Película Dramática, Dirección y Guión por Los idus de Marzo). Gosling, por su parte, está nominado a Mejor Actor en las dos categorías, Drama (Los idus de Marzo) y Comedia o Musical (Crazy, Stupid, Love). Tanto el uno como el otro, y con ellos Michael Fassbender, Leonardo DiCaprio u Owen Wilson tienen todas las de perder frente a Brad Pitt unos y Jean Dujardin otros.
7.- Sorpresas que son como premios: las nominaciones de Brendan Gleeson, que dibuja uno de los personajes del año en The Guard, o Joseph Gordon-Levitt en 50/50, una comedia con bemoles y en la que aterrizó pocos días antes de empezar el rodaje tras la renuncia a última hora de James McAvoy. O Viggo Mortensen, candidato por Un método peligroso en la que es su primera aparición en esta temporada de premios. Ellos, y Tilda Swinton, lo mejor de We Need to Talk About Kevin junto al perturbador Ezra Miller, confirman el carácter esquizoide de los Globos: arte y show.
8.- Ausencias que son como castigos: El Árbol de la Vida y Terrence Malick, J. Edgar y Clint Eastwood, Drive y Nicolas Winding Refn. Millennium: Los Hombres que no amaban las Mujeres y David Fincher. Tan fuerte, tan cerca y Stephen Daldry, que puede ver cortada su racha triunfal (tres películas en su currículum, tres nominaciones a Mejor Director en los Oscar). Y la más dramática de todas para el que firma: El Topo. Ni su director Tomas Alfredson ni Gary Oldman, Tom Hardy, Mark Strong.. nadie. Como The Muppets.
9.- Difícil de entender: que La invención de Hugo y War Horse (Caballo de batalla) estén nominadas a Mejor Película de Drama pero no tengan candidatura en interpretación. Al menos Martin Scorsese está nominado a Mejor Director. Spielberg no: la segunda candidatura de War Horse es a la Banda Sonora. Un caso similar: Un dios salvaje, Mejor Película y doble nominación a Mejor Actriz para Jodie Foster y Kate Winslet pero sin candidatura para Roman Polanski.
10.- Con su candidatura por La dama de hierro Meryl Streep acumula 26 nominaciones, entre cine y TV, a los Globos de Oro. 15 de ellas en los últimos 21 años. La Streep no gana un Oscar desde el siglo pasado (en 1983, con Margaret Thatcher como Primera Ministra de Inglaterra, con La decisión de Sophie) pero lleva cuatro Globos en lo que llevamos de siglo XXI. La noche del 15 de enero asistiremos a otra edición de un duelo clásico: Streep vs. Glenn Close. ¿O hará saltar la banca Viola Davis? Porque ni Rooney Mara ni la Swinton parecen tener opciones…
11.- Me encantó la nominación a Christopher Plummer por Begginers, uno de los claros favoritos de la temporada y que puede dar uno de los momentos de la noche en los Oscar: premiándolo se reconoce un cine y un tiempo del que cada vez quedan menos representantes. Si Plummer, a sus 82 años, gana el Globo de Oro será el actor en cine de más edad en hacerlo.
12.- Pedro Almodóvar consigue su séptima nominación a Mejor Película de Habla No Inglesa con La piel que habito, una categoría que, este año, tiene su aquél. Y no es por las candidaturas de los hermanos Dardenne (El niño de la bicicleta) o la iraní Nader y Simín. Una separación sino por la presencia de la “bosnia” Angelina Jolie (In the Land of Blood and Honey) o Christian Bale, galés y Batman, en la china The Flowers of War, de Zhang Yimou.
Lo dicho, unas reflexiones rápidas. ¿Qué esperáis vosotros de los Globos de este año? ¿Echáis de meno algo? ¿Os satisface especialmente alguna nominación? Si queréis consultar toda la lista de candidatos, echadle un vistazo a estos links y hablamos.